A lo largo de todos estos años
contando, he buscado y rebuscado historias nuevas de biblioteca en biblioteca.
Tengo un secreto que contaros, allá donde voy, siempre llevo libros con tejuelo
para contar. Más que nada, porque esa sensación de transmitir una historia que
mil manos han tocado¡Me encanta!. Esto no quiere decir, que no tenga mis libros
propios y mis autores favoritos.
Tras largas horas preparando
sesiones, historias nuevas, no paro de sorprenderme, gratamente, la cantidad de
libros, que con los años, he pasado por alto. Cuentos que estaban allí
esperando a ser abiertos. Libros que quizá estaban prestados, perdidos, mal
colocados o que simplemente al estar en colecciones interminables, mi ojo de
lectora habían pasado por alto.
Por eso, en cuanto abro un
libro, esperando encontrar una nueva historia, leo rápidamente, sin una idea
preconcebida de una sesión concreta. Analizo
su ritmo, su estructura y qué decir tiene, las ilustraciones que te entran por
los ojos (aunque ellas no te ayuden mucho para contar de viva voz).
Suelo coger libros de cinco en
cinco (para no volver loca a mi compañera de la biblioteca), y a veces, los dejo
todos y me vuelvo a fundir entre el huracán de palabras, títulos, historias y
leyendas. Así durante horas.
Las sesiones que más llenan mi
tiempo, son las dedicadas a los bebés. Pues cada semana, tengo a casi 40
familias, con niños de 8 meses a 2 años, ávidos de nuevas historias en 20
minutos. Y por ellos, niños y padres, que puntualmente vienen cada sábado,
llueve o truene, año tras año, viendo crecer a sus hijos cuento tras cuento.
Intento encontrar, transmitir y hacer sentir nuevas historias cada fin de
semana. Deciros ,que ellos me ayudan bastante, cuando un día lo tengo torcido o
no estoy muy fina, ya que participan, estimulando a los niños a cada golpe de
voz.
Tras las últimas sesiones, me
he dado de bruces, con nuevas historias que me habían estado buscando. Les
saludé, me tome un par de cafés con ellas, trabamos amistad y una vez que las
hice mías, las trasmití con mi visión personal. Rimas, juegos de dedos,
canciones tradicionales y cuentos. Os comparto alguno de ellos y espero que los
disfrutéis.
POESÍA
Versos vegetales (Edit. Anaya Infantil Juvenil, Antonio Rubio, Il.Teresa Novoa, ISBN 978-84-667-0613-1).
Poemas con temática vegetal, rítmicos, finos y
deliciosos. Para contar, recitar y disfrutar trabajando.
Un ejemplo, para introducir una sesión sobre
hechizos y brujas, es el siguiente poema:Conjuros vegetales
Girasoles y sauces,
Menta y tomillo
Para que peines
Bien tu flequilloFlor de malvaY pie de gatoPara abrocharte el zapato.Pensamientos y violetas,Para adornar tus coletas.Orégano y yerbaluisa,Para agrandar tu sonrisa.
Del mismo autor, muy recomendable toda su
colección versada, editado por Kalandraka “De la cuna a la luna”, sobre todo
para los mas pequeños.
Por el mar de las Antillas anda un barco de papel
(Loguez Ediciones, Nicolás Guillen, ISBN 9788485334322)
Entre otras muchas
profesiones, Nicolás Guillén es poeta de la Cuba mestiza. Poemas llenos de
musicalidad, ritmo y mucho “son”. Ritmos que han sido versionados por cantantes
conocidos o adaptaciones infantiles. Os enlazo algunos ejemplo, y
de paso también, el libro en "pdf" en la página de “Cervantes Virtual”
Muchos otros autores de poesía
os podría recomendar. La gran Gloria Fuertes en todas sus nomenclaturas ( Ej.Versos fritos), Roald Dahl ( Cuentos en verso para niños perversos), Antonia
Ródenas (Al corro de las palabras), Federico García Lorca (ej, el lagarto está
llorando o la tarara)
JUEGO DE DEDOS
Juegos que lo más pequeños
entienden muy bien. Acompañados por canciones tradicionales, rimas o poesía. Juegos
donde la motricidad y la palabra se hacen una.
-Tamara
Chubarovski (pincha aquí si quieres saber mas)
En su
página personal, Tamara se presenta como “Logopeda holística, especialista en
desarrollo personal a través de la voz y desarrollo sensomotor y del lenguaje
de los niños”
Lo
cierto, es que estos juegos de dedos, aúnan ritmo, movimiento, voz y
motricidad. Os dejo un par de ejemplos.
Hola Hilando, gracias por estos juegos de deos. Cuando era pequeño mi abuelo me enseñaba muchos y me encantaban
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